Jornada 10 - Calma tras la tempestad

Ciempozuelos C.F 1 - Racing Villaverde 1

   Tras una semana revuelta en el vestuario racinguista, provocada por la dolorosa derrota ante el Arganda (por eso no hay crónica, porque estábamos de bajón), los rojillos visitaban un campo complicado, y contra un rival que nos tendría muchas ganas, después del famoso partido del año pasado en Oroquieta.

   El partido fue muy disputado en líneas generales, muy de lucha, muy de intensidad y de pelear cada balón, algo típico en este campo tan pequeño. Con una defensa sólida, los dos equipos, dadas las reducidas dimensiones del campo, buscaban principalmente balones por arriba. El Racing se imponía en ese sentido, llevándose cada saque de banda y cada falta a favor, pero sin acertar en las segundas jugadas. Por su parte, el Ciempozuelos conseguía imponerse en ese segundo rechace, y llevó peligro en algún balón abierto a banda. Sin embargo, fue precisamente en una jugada de las que el Racing dominaba donde los locales tomaron ventaja. En un saque de esquina sacado al segundo palo, un fallo de marcaje deja solos a dos jugadores, uno de ellos la pone, y otro jugador libre de marca remata a puerta vacía casi sobre la línea. Fallo al defender un corner, y el partido que se complicaba. Sergio y Muñeco estuvieron a punto de empatar en dos jugadas dentro del área, pero se hicieron la picha un lío con el balón en los pies y no acertaron a rematar. Al final, con la mínima ventaja local se llegó al descanso, un 1-0 que visto lo visto, era algo injusto, ya que al menos los rojillos merecieron irse con tablas en el marcador.
   En la segunda parte llegó el festival. Con una grada con muchos aficionados de ambos equipos, con los ultras locales y los visitantes muy cercanos, sin barrera de seguridad y con unas decisiones arbitrales polémicas, el partido se fue calentando. Al poco tiempo de comenzar el segundo tiempo, un claro penalty sobre Sergio, muy activo, era señalado por el linier. Esto le costó un gapazo de un aficionado local, que fue expulsado del campo, y que provocó que la policía acudiera al recinto para evitar males mayores. Entre tanto, Jorge lanzó el penalty, imparable como siempre, y puso las tablas en el marcador. Se convertía además en el pichichi del equipo. A partir de aquí, el árbitro perdió los nervios, los aficionados también, y los jugadores se iban contagiando. Primero, el central local era expulsado por doble amarilla, tras adelantarse en el saque de una falta en la que había pedido barrera. Amarilla tan absurda como justa. Se quedaban con 10 el Ciempozuelos, pero en este campo es donde menos se nota. Poco después, otro jugador local era expulsado por protestar y encararse con el colegiado, llegando casi a las manos con él. Con 9 los locales, todavía pusieron en aprietos al Racing en jugadas a balón parado. Sobre todo en una que se paseó por el área pequeña sin que acertaran a rematar. El Racing intentaba salir rápido, demasiado, y no conseguía hilar jugadas con la superioridad numérica. En los minutos finales, el árbitro volvió a liarla, ya que amonestó con amarilla a Ricardo y a un jugador del Ciempozuelos, siendo la segunda del lateral rojillo. Y digo liarla porque lo que realmente pasó es que el jugador local agredió al visitante, pero la inutilidad del árbitro, y del linea que estaba al lado, quedó de manifiesto una vez más. Con 8 los locales, y con 10 los visitantes, no iba a quedar ahí la cosa. Con el tiempo casi cumplido, el Racing formó una contra, llegando el balón a Pedri por banda, siendo embestido por el central con una escalofriante entrada que pudo partirle la pierna. El delantero racinguista se revolvió y empujó al defensor, expulsando el árbitro a los dos, y para más inri, mintiendo como un bellaco en el acta, poniendo que le dio un puñetazo, algo que es totalmente falso. En esa misma jugada, en el lado de los banquillos, se formó una tangana provocada por aficionados locales que golpearon el banquillo visitante. Intervino la policía, intentando separar y tranquilizar la cosa. Al final, algún intento de agresión que quedó en nada, aunque alguno intentó que fuera a más. El árbitro no dejó terminar el partido, pitó el final, y se llevó el acta a casa para seguir mintiendo por escrito.


Jugaron:
Airam  2
Féliz 2
Chinche 2
Jimmy 3
Ricar 2
Miguel 2 (Jonhy 1)
Edú (el jugador antes conocido como Munieeeco) 3
Jorge 3
Pedri 2
Sergio 2 (Julio 1)
Iñaki 3 (Felipe 2)

El dandy: Iñaki, que salió en defensa de Enrique
El crack: Edú, que trabajó mucho en el centro del campo (comentario patrocinado por Futmadrid), a pesar de que acabó con espuma en la boca y los ojos inyectados en sangre
El duro: El jugador del Ciempozuelos que realizó la durísima entrada a Pedri
Vaya día: El del árbitro, que sin estar mal del todo, no supo controlar y se equivocó perjudicando a los visitantes con las expulsiones.

La próxima semana, visitamos el campo del Velilla, y tenemos que sumar 3 puntos, así que VAMOS RACING!